Torre de Oña: Torre de Oña Reserva 2007

Son los términos que definen la identidad de la bodega Torre de Oña y que deseamos compartir y disfrutar con usted. Conceptos que se han ido fraguando desde que, en 1995, La Rioja Alta, S.A. lidera este ilusionante proyecto con el objetivo de elaborar un vino de excelente calidad y que, además, tuviera toda la personalidad que aporta uno de los mejores pagos de la prestigiosa zona de Rioja Alavesa. Un lugar único que, estábamos convencidos, ofrecía unas indudables potencialidades para la elaboración de un gran vino actual, capaz de transmitir, como ocurre en los grandes “chateaux”, las exclusivas características de una finca privilegiada.

Desde entonces, buscando siempre la mejora constante de la calidad de nuestro vino, hemos realizado importantes mejoras en nuestros viñedos y bodega. Pero ha sido en los últimos años, concretamente desde 2005, cuando hemos dedicado un interés muy especial a estudiar las distintas parcelas de esta finca, a la elaboración y crianza por separado de cada subparcela y al estudio de los suelos, determinando dónde se encuentran las uvas de mayor calidad y elaborando exclusivamente aquellas cosechas en las que la calidad sea la que requieren los grandes vinos de proyección internacional. Solo así han nacido nuestros vinos Torre de Oña, Finca San Martín y el vino de nuestro Club de Cosecheros.

Hemos dado un gran paso adelante. Pero aún no es el definitivo. Nuestro anhelo y esfuerzo por obtener la excelencia es constante y estamos convencidos de que, también en la bodega Torre de Oña, lo mejor sigue estando por llegar.

Entorno

Un entorno idílico. Un silencioso mar de viñedos. Un decorado alegórico. La bodega Torre de Oña está ubicada en uno de los lugares más exclusivos y privilegiados de la subzona Rioja Alavesa, perteneciente a la D.O.Ca. Rioja, donde se encuentran las mejores bodegas y viñedos de esta reconocida área vitivinícola.

Debemos destacar las particulares características geográficas de esta zona. Nuestros viñedos están custodiados por la Sierra de Cantabria que ejerce de barrera protectora deteniendo el viento y los fríos procedentes del norte y se encuentran, además, a 630 metros sobre el nivel del mar. Se trata de una altitud casi límite para el cultivo de la vid en esta zona geográfica y que, en los buenos años, proporciona una calidad excelsa.

Desde la bodega, a apenas un par de kilómetros de distancia, se distingue el horizonte amurallado de la bella Laguardia. Una localidad que, sin duda, le invitamos a descubrir y disfrutar merced a su patrimonio histórico-cultural y a su estrecha vinculación con el mundo del vino. Si lo desea, pinche AQUÍ para ampliar la información sobre Laguardia.